Ubicado en la zona centro-occidental de Cantabria, a 73 kilómetros de Santander, Rionansa es un municipio de montaña, arraigadas costumbres y fuertes tradiciones.
Con casi 120 km2 de extensión, incluidos en la Reserva Nacional del Saja, el municipio es un importante cruce de caminos en la región, una vía de comunicación que conecta el valle del Nansa, el valle del Saja, Liébana y la costa occidental.
Es un enclave eminentemente rural, con una población ligeramente superior a mil habitantes, y se compone de dieciséis localidades, encabezadas por Puentenansa, la capital. A ella se suman Arenas, Cabrojo, Celis, Celucos, Cosío, La Cotera, La Herrería, Las Bárcenas, Los Picayos, Obeso, Pedreo, Riclones, Rioseco, Rozadío y San Sebastián de Garabandal.
Nuestra economía
Tradicionalmente, las gentes de Rionansa han sido curtidos ganaderos y ganaderas, estrechamente ligados a la raza de vaca tudanca. Hoy en día, el porcentaje de trabajadores dedicado a este sector se ha reducido notablemente y apenas representa el 15% de la población activa. A pesar de ello, se mantienen activas más de 150 explotaciones entre ganado vacuno, ovino y caprino.
Son los establecimientos especializados en el sector servicios quienes llevan actualmente el peso de la economía en Rionansa, representando a más del 60% de los trabajadores. No en vano, el turismo se ha convertido en uno de los principales atractivos del municipio.
Cierran el capítulo económico el sector industrial y la construcción, que representan algo más del 20% de los empleos en la zona. La actividad de la empresa Saltos del Nansa SA y las centrales hidroeléctricas ubicadas en Rozadío y Celis son quienes concentran el trabajo en el área industrial.
Nuestro entorno
La naturaleza que rodea el municipio es típica de zonas de complicada topografía donde la mano del hombre no ha hecho apenas mella. Por toda su extensión, abundan las praderías y bosques autóctonos, especialmente de robles y hayas.
Como parte de la Reserva Nacional de Caza del Saja, en la zona habitan jabalíes, corzos, zorros o rebecos, entre otros animales. Ocasionalmente, además, algunos osos pardos atraviesan las estribaciones de Peña Sagra.
Asimismo, esta sierra está declarada como ZEPA (Zona de Especial Protección para las AVES) y suele dar cobijo a especies como el águila real o el buitre leonado.
Por supuesto, el Nansa es también protagonista indiscutible en la composición del municipio. Junto a algunos de sus afluentes, entre los que destaca el río Vendul, atraviesa sus localidades dotando de una personalidad única al entorno.
Hitos en nuestra historia
- Prehistoria: Los primeros pobladores de Rionansa ocuparon estas tierras en el Paleolítico, tal y como atestiguan las evidencias de ocupación humana halladas en cuevas como la del Moro Chufín, Micolón o Porquerizos.
- Siglo X – XIII: Desde el siglo X, fueron surgiendo entes administrativos, llamados valles, que integraron, a partir del siglo XIII la Merindad de las Asturias de Santillana. Entre ellos, estaba el de Rionansa.
- Siglo XVI: En el siglo XVI, el Señorío de los Manrique, condes de Castañeda y marqueses de Aguilar, ejercían su dominio en el Valle de Rionansa, haciendo de él un enclave señorial de importancia en el territorio.
- Siglo XVIII: La zona era controlada por un corregidor, nombrado, a partir de 1814, por Fernando VII. A nivel jurisdiccional, varios documentos unen el valle a San Vicente, Tudanca y al Coto de Estrada.
- Siglo XIX: Con la llegada del régimen constitucional, en 1821 se configuran 123 ayuntamientos en la provincia de Santander, distribuidos en ocho partidos judiciales. En el de Puente-Nansa, que aglutinaba doce distritos, se encontraban los ayuntamientos de Cosío y Puente-Nansa.
- Siglo XIX: En 1935 cambia la distribución territorial de la provincia, con trece partidos judiciales y 110 ayuntamientos, pasando Puente-Nansa a incorporarse al partido judicial de San Vicente de la Barquera bajo el nombre de Ayuntamiento de Rionansa.