Celis es el segundo núcleo más poblado dentro del municipio de Rionansa. Se halla a algo más de 6 kilómetros de la capital y tiene más de 190 habitantes.

Se caracteriza por ser uno de los núcleos con mayor armonía estética, un aspecto tradicional y una esencia rural muy presente.  En 1983, los Premios Nacionales de Turismo de Embellecimiento y Mejora de los Pueblos Españoles otorgó un reconocimiento especial a Celis por la conservación de construcciones típicas de Cantabria.

Además, es de destacar su diversidad patrimonial, con bienes arquitectónicos, arqueológicos e industriales de interés para los visitantes.

Casas tradicionales
La Campona es su casona más imponente. Se conoce con este nombre por el escudo con las armas de Sánchez de la Campa, Celis y Del Cortijo que luce en su fachada. La casa tiene dos plantas y una solana de madera entre muros cortafuegos. En ellos hay dos escudetes, el primero con la cruz familiar de la Santa Inquisición y, el segundo, con los símbolos del Santo Oficio de la Inquisición (palma, cruz y espada).

Otra vivienda destacable en la localidad es una característica casa del siglo XIX ubicada a pie de la carretera general. Tiene dos fachadas con galería y balcón, una de ellas levantada entre muros cortavientos y con un alero de madera.

Construcciones religiosas
Cada año, el 29 de junio, la localidad celebra San Pedro, patrón del pueblo en cuyo honor se levanta la iglesia que constituye el edificio religioso más destacado del núcleo.

La construcción data de los siglos XVI y XVII y consta de tres naves con cabecera recta de origen gótico. Las tres están cubiertas con bóvedas de crucería estrellada de cinco claves y se asientan sobre pilares cruciformes y pilastras de orden toscano. En su interior hay tres retablos barrocos bien conservados.

Otro icono religioso ubicado en el pueblo es la Ermita de San Roque, construida en el siglo XVIII y levantada con sillarejo y sillar en esquinas y vanos. Tiene una nave principal y dos pequeñas capillas laterales. Posteriormente, en el siglo XIX se añadió la torre de estilo neogótico.

Cierra las construcciones eclesiásticas la Ermita del Carmen, fundada por el emigrante Domingo de la Campa y Celis y construida a comienzos del siglo XVIII. Presenta una planta rectangular con los muros realizados en sillar, mientras que el resto es sillarejo.

Cuevas prehistóricas
En Celis se halla la Cueva de El Porquerizo, en la que también se han encontrado vestigios de arte rupestre en forma de grabados y pinturas. La cueva fue descubierta por Manuel de Cos en la década de los setenta y actualmente permanece cerrada al público.

En la localidad también se ubica la Cueva de Los Pendios, donde se ha localizado un pequeño panel con una pintura roja y líneas negras. Asimismo, alberga otras cavidades con materiales arqueológicos de menor interés. Ninguna de ellas es visitable.

Patrimonio civil
Declarado Bien de Interés Local en 2004, el Puente de la Herrería es un punto de parada obligada en el recorrido por esta zona, tanto por la construcción en sí misma como por el paisaje del río Nansa que regala al visitante.

El pueblo en el que se ubica, La Herrería, con apenas una decena de habitantes está estrechamente ligado a Celis.

El puente se construyó en 1746 por orden del indiano Juan Gutiérrez Rubín de Celis. Tiene un solo ojo y está levantado en sillería y sillarejo. En la parte central se localiza un pequeño humilladero con la imagen de un Sagrado Corazón.

Explotación industrial
Pasado el puente, en La Herrería también se asienta una de las dos centrales hidroeléctricas que tiene el municipio, edificada en 1952.

El salto tiene un canal de 10 kilómetros que capta agua en el azud construido en Celis y la conduce, a través de los arroyos Vendul, Celucos y La Molina, hasta un depósito ubicado en el barrio de Trespeña. Allí parte una tubería que llega hasta la central.