La cueva de El Soplao debe su reconocimiento al Grupo Minero de La Florida, que la descubrió en el año 1908. El equipo de trabajo, que primero desempeñaba sus labores en el exterior del alto de La Florida, comenzó en ese año un avance subterráneo que descubriría una auténtica maravilla geológica.

Durante miles de años, el agua ha estado esculpiendo una serie de galerías naturales con espectaculares formaciones en su interior: estalactitas, estalagmitas, excéntricas, coladas, columnas… Un espectáculo visual que deja sin palabras. La empresa minera realizó pequeñas alteraciones para aprovechar la cavidad comunicando diversos frentes de explotación, creando sistemas de transporte de personal y minerales o proporcionando oxígeno a las galerías mineras. Pero respetaron al máximo los espacios y formaciones que encontraron.

1978 fue el año en el que concluyó la actividad industrial en esta mina, cuyo legado ha quedado no solo en los más de 30 km de galerías en las que desarrollaron su labor, si no también en el exterior de la cueva, destacando los lavaderos, y hornos de calcinación de la Plaza del Monte, el castillete o el pozo de Lacuerre, entre otros.

Visitas
Geología y minería se unen en El Soplao para ofrecer una experiencia única. Tras acceder al complejo a través de ‘La Isidra’, la recreación de un tren minero operativo conduce a los visitantes hasta el interior de la cueva.

Pueden realizarse dos tipos de visita: turística y de aventura. La primera dura aproximadamente una hora y es apta para todo tipo de público. La segunda tiene una duración aproximada de 2,5 horas y recorre zonas menos accesibles de la cavidad, por lo que está más restringida.

Información sobre tarifas, horarios y reservas en www.elsoplao.es y 902 820 282

Localización
Se halla entre los municipios de Rionansa, Herrerías y Valdáliga, a 83 km de Santander. Está ubicada en la sierra de Arnero, a 540 m de altitud y ofrece unas espectaculares vistas de la Sierra de Peña Sagra, los Picos de Europa, el valle del río Nansa y el mar Cantábrico.